Ernest Hemingway

Adios a las armas

Roberto Arlt

El juguete rabioso

Fiódor Dostoyevski

Crimen y castigo

Eduardo Galeano

Varias obras

Ernesto Sabato

El túnel

Fernando Pessoa

Apostilla

Clarice Lispector

Felicidad Clandestina

Italo Calvino

Las ciudades invisibles

Jorge Luis Borges

El informe de Brodie

Truman Capote

A sangre fría

Carson McCullers

El corazón es un cazador solitario

Edgard Allan Poe

El corazón delator

Ramón María del Valle-Inclán

Tirano Banderas

Cesar Vallejo

Los heraldos negros

domingo, 4 de marzo de 2012

Clase 11 - Práctica previa al examen


Silvia leyó en voz alta "Reproches a Luisilda por haber salido en 1945 sin anteojos". La intención fue, a partir de este texto, hacer un simulacro del parcial que efectivamente los alumnos tendrán el lunes 05/03. 
Surgió un debate donde se fueron exponiendo distintas hipótesis (entendemos a la hipótesis como el recorrido que el texto me permite hacer para justificar una impresión de lectura): el tema del doble (un narrador que se desdobla en su propia conciencia para narrar), el tema de las apariencias (la percepción, el anteojo, el disfraz, el carnaval), una lectura de género (los prejuicios de 1945, la mirada del otro) y una lectura más política (relacionada al control y el contexto social ¿peronista?). 
Las consignas radicaron, básicamente, en buscar marcas textuales que nos hayan permitido sostener todas estas hipótesis y vincularlas, además, con los marcos teóricos que vimos hasta el momento (fragmentos de textos de Proust, Petit, Barthes, Freire). 

Mucha suerte el lunes, recuerden que el examen no es eliminatorio pero sí es obligatoria la asistencia (será a las 14:00 hs en el turno tarde y a las 18:00 hs en el turno noche).
Gabriela Rak

viernes, 2 de marzo de 2012

Clase 10 - Gramática

Comenzamos esta clase con el texto de Otañi sobre la gramática. Leímos en grupos el texto para intercambiar impresiones de lecturas y luego se produjo un largo debate en relación al pasado y presente de la gramática en las instituciones formadoras y también al futuro en la Escuela Media. Comentamos qué es esto de la gramática oracional y la textual, qué significa para nosotros la gramática y de qué forma nos afecta y nos enriquece a la hora de enseñar. Uno de los puntos más interesantes fue el hecho de señalar que no hay una didáctica muy marcada de la enseñanza de la gramática. 
Con respecto a la ortografía, fue lógica la exposición de diversas ideas: pensar la ortografía siempre ligada a los avances tecnológicos, al sentido, a la identidad que genera el lenguaje, a los gustos personales, a la evolución de la lengua, a la estética y a la necesidad de adecuarnos a las reglas en determinados contextos y de formar personas competentes en el conocimiento de su idioma. ¿Qué es "escribir mal" o "bien"? Todo radica en adecuarse a la situación comunicativa. 
La segunda actividad consistió en leer el texto "El diario a diario" de Cortázar y resolver las consignas: las relaciones entre sintaxis y semántica fueron evidentes en los cambios de sujetos y objetos directos que realiza el texto, también comentamos el juego de estructuras en espejo y los matices del tiempo presente en Español y la ironía del título. Como ejercitación, cada alumno (o grupo) debía escribir un texto donde aparezcan otra vez estas relaciones entre gramática y sentido. Hubo una pequeña puesta en común. 
Este viernes haremos una prueba modelo de la que efectivamente tendrán el lunes 05/03.

Gabriela

lunes, 27 de febrero de 2012

Clase 08 - Taller de cuentos

Por Jorge Ezequiel Bravo y Victoria Caorsi

El encuentro de hoy comenzó con un giro repentino: esta vez sería el ayudante Guillermo quien daría la clase. El fin de la misma era rever los conceptos adquiridos  anteriormente sobre “Los cuentos fantásticos”.
Para ello, con intuición y buen gusto, Guillermo decidió leer un cuento fantástico que la mayoría ya conocíamos: “El corazón delator” de Edgar Allan Poe. Tras una grandiosa lectura del clásico de Poe, empezaron los debates.
Algunos se inclinaban por una interpretación más mística, señalando que lo sobrenatural era un ingrediente común en las obras de Poe. Otros, sin embargo, optaron por una explicación más realista. Apoyando en parte a estos últimos, y descalificando sutilmente a quienes creían en fantasmas, la profesora Gabriela, intervino para hacernos notar que esa es una cualidad clave del género fantástico: la duda. Una vez que se instala la duda, se pierde toda certeza.
Momentos más tarde se presentó la profesora, coordinadora y tutora Verónica Pena, quien muy amablemente nos explicó asuntos administrativos, contestó preguntas, y se sumó a los debates.
Luego, como de costumbre, nos dispusimos a formar grupos y analizar otros textos. Los cuentos propuestos por Guillermo esta vez fueron: “El retrato oval” también de Edgar Allan Poe; y “La niña olvidada” y “Los bultos del jardín” de Dino Buzzati.
(Luego del recreo, la profesora ______ [profesora morocha, de musculosa verde cuyo nombre no recuerdo] apareció misteriosamente y participó de la clase, haciéndonos preguntas y acotaciones tan precisas como geniales.)
Respecto de “El retrato oval” una de las chicas de un grupo dijo que podría verse también como una metáfora de la vida inmortalizándose en el arte, y salvándose así de la muerte. En cuanto a “La niña olvidada” un chico manifestó su desagrado hacia ese tipo de cuentos y sugirió, con absoluta razón, que se trataba de un texto susceptible a ser interpretado de muchas maneras, quizás demasiadas. Y para terminar, otra chica dijo refiriéndose a “Los bultos del jardín” que bien podría ser una metáfora enorme acerca de la vida y la muerte, o bien podría ser interpretado literalmente, y aún así el cuento conservaría sentido.
Cada uno de los cuentos tenía una trama distinta, ya sea en la persona en que estuviese narrada o los recursos literarios que aparecían en ellos, como por ejemplo: la técnica del relato enmarcado, (que es aquella en la que aparece una historia dentro de otra historia mediante un objeto, como un libro, un radio, etc.) Aunque todos al ser cuentos fantásticos coinciden en lo mismo: ninguno de ellos da la certeza de nada, cada uno deja una incógnita para que el lector asuma el rol de darle el final que le parezca. Ya sea un final racional o un final mágico.
Acerca de las reflexiones y opiniones que fueron surgiendo, Guillermo dijo que todas ellas eran tan posibles como correctas, y nos enseñó que cuando un cuento de este estilo se sustenta en bases realistas y bien definidas, se trata de un cuento extraño: mientras que si las premisas son de carácter místico o sobrenatural, estamos ante la presencia de un cuento maravilloso. Pero ambos son géneros próximos al cuento fantástico, que siempre nos mantiene con la duda y nos deja tan extrañados como maravillados.



Me encantó el registro que hicieron, muchas gracias Ezequiel y Victoria. Dejé el detalle de la "profesora misteriosa" para darle un toque de "fantástico" a la clase. Muy buen trabajo, recuerden que las lecturas alegóricas invalidan lo fantástico. Dejo los enlaces de los cuentos de que prometí en ambos turnos. En "Algo había sucedido" puede notarse con mayor claridad ese aumento del ritmo narrativo que algunos mencionaron en clase.  Había pensado trabajarlo en clase, pero por razones de fuerza mayor lo retire a último momento.
Guillermo

Edgard Allan Poe
El retrato oval
El corazón delator


Dino Buzzati
La niña Olvidada
Los bultos en el jardín
Algo había sucedido


Ruben Dario

D.Q


PD: Próxima clase el miércoles, las profesoras no dejaron ninguna tarea pendiente.


jueves, 23 de febrero de 2012

Desamor

por Leticia Berges

¿Cómo es que leer, un rodete que se cae,
un rostro que me mira,
un texto que me atrae,
me pueden llevar a vos?
A vos que te percibo dolor con los ojos cerrados…
que sos distancia, tiempo y desamor.

Espero a que la lluvia me lave de tu voz,
Quiero que te borres de cada sensación.

Puede que de tener en mis manos
La fuerza para no perdonarte,
Podría vivir ahogada en ciertas alegrías

Desamor, bajá el telón,
salí de las fotos y de mis palabras,
de mis libros y de las poesías,
escondete de las hojas en blanco,
y  dejame escapar de las vanas ilusiones de encontrarte.

Escribir para mí

Por Jessica Leventoux

Escribir para mi, cosa difícil de (describir)
atormenta y libera el alma
nos dice en la cara lo que somos y lo que no
puede tanto defenestrarnos como enaltecernos 
nos desnuda a plena luz del día y nos viste a la luz de la luna en nuestra intimidad.
complace lo mas lúgubre de mi ser y destroza mi alegría con dulzura, poder y misericordia.
Nos apuñala en la garganta y arrastra a turbias profundidades, nos eleva, es a la vez un amante sin dueño, un gorrión del cielo
sin jaulas, ni entierro... podemos verlo
sentirlo
escribirlo
encerrarlo
pero NUNCA seremos su dueño.

¿Mi antología?

Por Jessica Leventoux


Trato de entender el desasosiego, mientras la Maga me cuenta sobre el Rocamadeur y sostiene un retazo de tela rojo.
Busco entre la niebla pero me da náuseas.
Mi ser licantrópico necesita deshacerse de esa semejante dualidad y escapar a los bosques para encontrarme con mi esencia.
El pájaro rompe el cascarón, el cascarón es el mundo, ese utópico que me distrae.
Un conejo blanco, burgués y con guantes, debería también poder vomitar conejos que quepan en la palma de mi mano.
Más allá del bien y el mal tendríamos que tener en cuenta el elogio de la locura... que vendría a ser como morder el centeno y reinar sabiamente
adiestrar una rosa podría ser tan triste como una suite de Bach o un Judas como amigo.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Antología Literaria

Por Meli Cerino

Aquí me pongo a ladrar al compás de la consigna... será entonces señal que caminamos.

Allá lejos y hace tiempo,
una pena arrabalera,
en un túnel sin salida,
me condujo hacia una casa,
en la que espíritus había.

En el cuarto del camino de la vida,
mi afición por la lectura
comenzó como ficciones.

Como un juego de rayuela,
circulando entre las ruinas,
con el pasado que vuelve
a encontrarse con mi vida.

De amor y de sombras se trata,
que no es un arte menor.
De mujercita ya leía,
Celestina y Nicanor.

Entre Facundo y Manuel,
entre María e Ivon,
se ha mezclao el libro con el bandoneón.

sábado, 18 de febrero de 2012

Tachar lo que no corresponda

Por Florencia Estigarribia


En el preciso instante en que el sol salía se ponía se detenía arribaba alumbraba la calle el techo el zaguán el rostro del niño de la casa de la escuela de la frontera del libro del reloj de la cuna del hermano del amigo del primo, el profesor se disponía a dictar debatir concluir comentar opinar con la clase con el niño consigo mismo acerca del texto del cuento de la fábula de la novela de la crónica de la descripción del poema que marcaría el inicio el final la grandilocuencia la conclusión la paradoja la solución el planteo de la inquietud que acompañaría al niño durante años meses días horas décadas toda su vida para darle sentido para quitarle sentido para atormentarlo para alegrarlo para revivir su infancia para recordar para reflexionar, y así, lograr aprender.

Clase 06: La crítica

Este nuevo encuentro lo hemos empezado con el análisis del maravilloso texto de Liliana Heker titulada “La fiesta ajena”.  Se realizó una lectura de refuerzo y luego una puesta en común.
Las diferencias sociales, la pérdida de la inocencia, la relación entre niños y adultos, el abuso de poder fueron algunos de los temas que surgieron desde el texto. Dado el rico intercambio que se manifestó por la crudeza del texto, la profe Gabriela explicó la importancia de no emitir juicios personales -que no se sostengan en la lectura- a la hora de abordar textos literarios.
Luego Julia comentó su experiencia de haber dado clases en otro tipo de instituciones donde dado el nivel socioeconómico de los estudiantes hacían lecturas encontradas: “Hizo bien en darle dinero, pues es lo que la nena necesitaba”. Siempre es posible –aunque nos parezca inaudito e incluso brutal– entenderlo  todo de otra manera.
Pasamos al siguiente texto, “Dicha” de Katherine Mansfield, sólo que esta vez la modalidad de trabajo fue dividir a los ingresantes en varios grupos de trabajo. Los ayudantes nos acercamos para participar de los debates que se iban conformando y pudimos comprobar que los grupos –además de tener la capacidad de establecer varias intertextualidades con otras lecturas – cada vez se van animando más a la  hora de sostener sus lecturas y compartirlas –o enfrentarlas– con las lecturas de otros.
La experiencia en el turno vespertino  conducida por las profesoras Silvia y Silvana tuvo un desarrollo similar, y la puesta en común circuló más o menos por los mismos temas previamente mencionados. Por ser fin de semana largo las profes no dejaron tarea ni lectura para próxima clase, pero como la literatura es para disfrutar les dejo un cuentito de Silvina Ocampo que no elegí de casualidad.

Enlace: Viaje Olvidado 

Análisis del relato “La fiesta ajena” de Liliana Heker


1)     Título: El título “La fiesta ajena”, sugiere algo que no es mío, que no me pertenece.

2)     Comienzo del relato: El relato empieza por el final, es decir, Rosaura que llega a su casa y dice: …”Estaba enojada, pero no era por el mono, pensó la chica, era por el cumpleaños.” Además cuando la madre le dice que ella creía en todo lo que le decía utiliza el tiempo pluscuamperfecto: “…le había dicho”… Es decir, ya sabemos que el festejo del cumpleaños terminó y que algo no funcionó, por lo que Rosaura está enojada, pero al inicio del relato no sabemos el motivo.

3)     Diferencia de clases sociales: A poco de empezar el relato, se muestra la diferencia de clases sociales, los que tienen dinero y los que no, los sirvientes y los patrones. Citas como “…fiesta de ricos…”,“…sos la hija de la sirvienta, nada más…”, “…preparaban juntas los deberes mientras su madre hacía la limpieza…”, “…soy la hija de la empleada…”.

4)     Personalidad de los personajes: Mientras Rosaura no quiere ser como su madre, su madre está resignada a ser empleada doméstica y cree que su hija por ahora es solo la “hija de la empleada” y que nunca será otra cosa. Y avala esta afirmación cuando hablando de Rosaura el texto dice: “…Si alguno te pregunta, vos le decís que sos la hija de la empleada y listo y a mucha honra. Pero Rosaura pensó que nunca en la vida se iba a animar a decir algo así…”.
Porque Rosaura no quería ser sirvienta.

5)     Tema encubierto: El relato no dice en seguida que Rosaura había sido invitada a la fiesta para ayudar a servir la mesa sino que se mencionan las acciones que hace Rosaura en la fiesta: “…llevó la jarra desde la cocina hasta el comedor”, “…se acercó la Señora Inés …, y le dijo a Rosaura si no la podía ayudar a servir las salchichitas…”, “…que la ayudara a servir la torta…”.

6)     De eso no se habla: el texto no habla del trabajo de servidumbre, como si fuera indigno ser “sirvienta”. Ello así, porque cuando la prima de Luciana le pregunta: “…Qué empleada: vende cosas en una tienda? …No, mi mamá no vende nada, para que sepas. Pero en ese momento se acercó la señora  Inés haciendo “shh shh” y, le dijo a Rosaura si no la podía ayudar a servir las salchichitas, ella que conocía la casa mejor que nadie…”


7)     Historia muy triste: El texto cuanta una historia muy triste a través de un relato alegre. Específicamente en la descripción de la fiesta: A Rosaura “…fuera de la del moño todos los chicos le encantaban. La que más le gustaba era Luciana, con su corona de oro: después los varones. A Rosaura le pareció que nunca en su vida había sido tan feliz. Pero faltaba lo mejor. Lo mejor vino después que Luciana apagó las velitas. … No tuvo miedo. Ni con el mono en brazos, ni cuando el mago hizo desaparecer el mono… Eso (el sostener el mono) le gustó tanto que un rato después, cuando su madre vino a buscarla, fue lo primero que le contó…”.

8)    Relación de los adultos con los niños: No se ve buen trato de los adultos hacia los niños: cuando la mamá de Rosaura le dice a Rosaura que no vaya a la fiesta le dice cosas como: “…Monos en un cumpleaños?, … te creés todas las pavadas que te dicen … m’hijita, le gusta cagar más arriba que el culo…”  y el mago le dice a un niño: “cabrón”.

9)     Ansias de progreso de Rosaura: Si bien es una niña, Rosaura quiere tener poder, quiere tener una linda casa. …”Ella (Rosaura) quería ser rica. ¿qué?, si un día llegaba a vivir en un hermoso palacio. ¿su madre no la iba a querer tampoco a ella?...

10)Regalos: El relato hace hincapié en los regalos, detalla minuciosamente los colores de las bolsas donde estaban los regalos, qué regalo le correspondía a cada niño,  y el lector se da cuenta que algo malo va a suceder con esos regalos y Rosaura. Sería como transmitir lo contrario de lo que está escrito. El texto no dice: Inés entregó a Rosaura una pulsera, sino que hace todo un rodeo describiendo los regalos, las bolsas de donde Inés sacaba los regalos, los niños esperando los regalos, etc. etc. Y después nos damos cuenta que en vez de darle a Rosaura un regalo le da dinero.

11)Final angustiante: Implica la inocencia perdida de Rosaura, el “darse cuenta” de la incomprensión de los adultos hacia los niños. Rosaura deseaba un juguete, no dinero. Inés podría haber dado dinero a la mamá de Rosaura pero no podía dejar de darle un juguete a la niña.

12)Caracterísisticas del relato: El relato es lento, fácil, en el sentido que va conduciendo al lector lenta pero decididamente una historia triste, que se dirige a un desenlace desgarrador. “…Ahora Rosaura tenía los brazos muy rígidos, pegados al cuerpo, y sintió que la mano de su madre se apoyaba sobre su hombro. Instintivamente se apretó contra el cuerpo de su madre. Nada más. Salvo su mirada. Su mirada fría, fija en la cara de la señora Inés. La señora Inés, inmóvil, seguía con la mano extendida. Como si no se animara a retirarla. Como si la perturbación más leve pudiera desbaratar este delicado equilibrio.”   


Marcia Laura Corrao
Ingreso vespertino.

jueves, 16 de febrero de 2012

Tachar lo que no corresponda

Por Jessica Leventoux

Un día fin de semana año la niña mujer señora decidió rogó impidió colocó malgastó aprendió que la vida muerte tierra escuela conciencia espera era mucho más complicada
desinteresada fácil aburrida necesaria inerte inexistente efímera desolada de lo que creía solía pensaba imaginaba inventaba.
Eso pudo ayudarla a entender desarrollar extrañar descifrar ignorar repugnar valorar los esfuerzos de su padre marido profesor amigo cocinero salvador
escritor músico desconocido por explicarle enseñarle defenestrarle estorbarle inutilizarle maravillarse desnudarse lo supraterrenal infernal genial divertido insoportable de la soledad 
matemática historia tristeza vulnerabilidad importancia banalidad y finalmente...agradeció.

Lobos y jazmines

Por Ezequiel Bravo


El joven viejo blanco eterno alumno lobo jazmín beso sentía veía olía hacía el viento la luna el aroma la ilusión entrar subir brotar volar por la ventana las colinas sus pétalos los cielos rotos rota grises suaves elevados del aula bosque algodón deseo y tiritaba aullaba sufría agonizaba al pensar creer saber conocer que aún quizás nunca ya faltaba mucho poco demasiado nada para que llegara viese lo recogiera muriese el reparador su manada la dueña la noche de estufas de vuelta del jardín de pasión, y así soñar.

Clase 05: ¿Qué es la literatura?

La clase comenzó a lo grande con el debate sobre el texto de Freire. ¡Fue hermoso!, dijo Josefa, y realmente coincido en que belleza es lo que se encuentra en las palabras que salen de un espíritu tan elevado como el de Paulo Freire.  Entonces llegó la pregunta disparadora: ¿Y si comparamos este texto con el escrito por Roland Barthes? Las respuestas giraron en torno a la forma en que ambos textos fueron escritos, observando que Freire escribe de un modo excesivamente descriptivo. Desde otro rincón, alguien defendió esto diciendo que el modo en el que escribe Freire tiene el propósito de llegar a la gente. Tras esto, el debate continuó con un clásico: educación tradicional versus educación progresista. Para finalizar el bloque se recomendaron las lecturas de “Pedagogía del oprimido” y “El grito manso”, lecturas sumamente útiles a la hora de cursar Pedagogía (y también para el resto de las materias que tienen que ver con este eje)
Enlaces:
El grito manso (versión acotada). Les recomiendo pedirlo prestado en alguna biblioteca. Se lee bastante rápido.
Pedagogía del oprimido
Como nos gusta pasarla bien, en el siguiente bloque leímos los fragmentos seleccionados “Sobre la literatura” (Pag. 14 del cuadernillo)
Así desfilaron Calvino, Cortazar, Galeano y Denevi, cada uno para decir lo suyo y nosotros debatir. La guinda al postre la puso Gelman (que habilidad que tiene este hombre para hechizar con palabras) y la profesora Silvia compartió con nosotros su emocionante experiencia de haber leído el discurso del poeta, tras recibir el premio Cervantes.
Les dejo el enlace para quien quiera leer:
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/subnotas/103008-32447-2008-04-24.html

Para la clase que viene:
La consigna fue leer "Dicha" de Katherine Mansfield, página 26 del cuadernillos.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Tachar lo que no corresponda

Por Josefa Margarita Azambuyo


Una tarde mañana atardecer el joven anciano viejo alumno
recorría el parque circo plaza cancha de la escuela donde
dormía asistía vivía estudiaba con la curiosidad de se acercó
observar a la vista oculta encontró un perro una paloma unas flores
cadenas rotas pasto cofre fondo doble tijera martillo pico de loro con la
esperanza alegría deseo de ser pobre adinerado rico tacaño humildad
desinteresado ambicioso interesado lo encontró pesado vacío lleno
hojarascas sin ilusión nuevamente volvió al regreso era atardecer


YO, LECTOR

Por Ezequiel Bravo

I

Creo que leo desde que tengo memoria
y mucho tiempo atrás también lo hacía:
versos de Shakespeare mi madre leía
cuando en el vientre empezaba mi historia

Con el paso del tiempo fui creciendo
descubriendo mundos y maravillas
mil historias de amor y pesadillas
que en los libros aguardaban durmiendo

Disfrutaba por la tarde de un sábado
de espejos borgeanos, misantropía
Caminé por los túneles de Sábato

Me perdí en Cortázar y sus galerías
Pero aunque fueran muchos mis mentores
Uno en especial me cautivaría


                  
                            II

Con historias épicas y travesías
sobre Hobbits, Elfos y demás razas
Tolkien fue quien supo avivar las brasas
de ese fuego llamado fantasía

Como lector encuentro fascinante
esa peculiar magia de un relato
capaz de transportarnos por un rato
a lugares y tiempos tan distantes

Sin que eso signifique un escapismo
son los conceptos, valores e historias
que yo, lector tomo para mí mismo

Y es que leo desde que tengo memoria
porque disfruto así del dulce abismo
de los ojos sumergidos en gloria.

Breve Antología de mi literatura personal

Por Ezquiel Bravo

Quisiera que comprendas cuánto tiempo te busqué. No se contenta mi alma con haberte perdido.[1] He pasado noches interminables entre laberintos, y soporté amargas vigilias pensando en cómo alcanzarte. Buscando una respuesta, desafié a la eternidad y a todos los astros.[2] Fui más allá de los Puertos Grises[3] pero me arrastró la marea del tiempo y naufragué durante siglos en las aguas salvajes de un dios omnipotente.[4] Tu recuerdo poco a poco se desdibujaba en mi memoria[5] y temía ya no verte nunca, nunca más.[6] Temía que ya no estuvieses en mis sueños.[7]
Quisiera que comprendas cuánto recorrí. Nadé con fe aquellas aguas y llegué a costas sin luces.[8] Caminé sobre senderos desconocidos y valles malditos[9], atravesé tierras fértiles[10] y desiertos moribundos. Y moribundo yo también, me arrastré por túneles oscuros[11]creyendo ver una luz al final del camino, la misma luz de tus ojos ausentes.[12] Lo perdí todo en este viaje. O casi todo. Me despojaron de cuanto tenía, de lo que fui y de lo que hacía.[13] Pero no pudieron apagar mi fuego, que llena el aire de chispas.[14] No pudieron arrebatarme mis sueños ni el ferviente deseo de volverte a ver. Me arrojé al mismísimo Infierno, sólo por volverte a ver.[15]
Quisiera que comprendas la clase de enemigos que vencí. Desde el sicario más diminuto hasta la horda más numerosa. Luché contra bestias feroces. Me acecharon los peores monstruos y las pesadillas más temibles que pudieras imaginar jamás. He vencido a mil soldados y conquisté mis demonios internos. He caído muchas veces, he sangrado y he llorado del dolor. Pero siempre me volví a levantar, con la esperanza de encontrarte al final.[16]
Y hoy que por fin llegué hasta este lugar, te iba a decir que a pesar del tiempo y la distancia, aunque se nuble el sol eternamente o se seque en un instante el mar[17], yo siempre a tu lado querría estar… o eso pensé, hasta que te vi sonriente, paseando de la mano con el mismísimo Lucifer[18] y comprendí que todo fue en vano, que aquello que muere no resucita jamás.[19]



[1] PABLO NERUDA, “Poema N° 20”
[2] BORGES, “El Alquimista”
[3] TOLKIEN, “El Señor de los Anillos”
[4] JULIO VERNE, “20.000 leguas de viaje submarino”
[5] MARCO DENEVI, “Rosaura a las diez”
[6] EDGAR ALLAN POE, “El Cuervo”
[7] CORTÁZAR, “El futuro”
[8] GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ, “Relato de un náufrago”
[9] LOVECRAFT, “El color que cayó del cielo”
[10] LILIANA BODOC, “La Saga de los Confines”
[11] ERNESTO SÁBATO, “El túnel”
[12] STEPHEN KING, “Los ojos del dragón”
[13] ALEJANDRO DUMAS, “El Conde de Montecristo”
[14] EDUARDO GALEANO, “El libro de los abrazos”
[15] DANTE ALIGHIERI, “La Divina Comedia”
[16] HOMERO, “La Odisea” (y mitología griega en general)
[17] GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER, “Amor eterno”
[18] ALEJANDRO DOLINA, “Bar del Infierno”
[19] ALFONSINA STORNI, “Adiós”

Tachar lo que no corresponda

Por Leandro Diego

En la mañana noche tarde, el león tigre joven niño y la señora pantera muchacha araña hormiga se tocan despiertan observan comen aman preguntan desean devoran trenzan juntos separados. Sin escuchar vislumbrar suponer decir gritar mover empezar terminar, se miran golpean odian repelen atraen los ojos cabellos insectos corazones cuerpos espíritus tristes dormidos mojados abiertos desnudos invasores escondidos, los restos despojos dedos órganos ojos esperanzados oscuros devastadores húmedos brillantes tenebrosos llenos vacíos de dolor ilusión angustia rencor violencia repulsión desarraigo. Ignoran saben que el final momento amor ápice pesar ya no todavía creció sucumbió maduró apareció sucedió eclipsó fingió inventó, que lo que falta sobra queda es principio muerte nacer final. Pero aunque además excepto, inevitablemente indudablemente precisamente inesperadamente sorpresivamente disimuladamente, lo van a sentir aceptar saber terminar destruir construir detonar iniciar.

Tachar lo que no corresponda

Por Carla Puzzo

En la clase escala categoría variedad de matemática física música medieval ella aunque aún también se sienta siente advierte decidida insegura firme en las preguntas dudas respuestas de su síntesis análisis observación auditivo normalmente particularmente globalmente con el perímetro el parámetro el paradero el parapente tonal modal crucial. Un rato momento día a pesar de su desfachatez su tartamudez su timidez toma furia cobardía coraje y llama pregunta interroga al bedel profesor secretario cómo debilitar ensuciar mejorar su conducta audición sordera y este le desaconseja le recomienda le prohíbe practicar la notación la escucha la quilisma el kyrie la virga el benedictus ninguno todos algún nunca siempre los años los lustros los días un ratito. A regañadientes pero con el displacer el desinterés el deseo de empeorar de arruinarse de perfeccionarse saltó tropezó siguió el rechazo el desprecio el consejo el porrectus y logró muy buenos resultados de allí en adelante. 

Las obras completas no pueden leerse de pie

Por Mariela de Lanús

La piba que lee de pie
en el tren Sarmiento
mezcla poesía
con versos ambulantes.
Cargó tres poetas en la mochila:
Giannuzzi, Lamborghini, Lanseros.
La piba piensa:
“cuando consiga asiento,
Giannuzzi”

La vieja de esta piba,
cuando la piba era más piba,
le leía las historias
absurdamente lógicas
que inventaba.
Nada había escrito,
igual parecía lectura,
lectura desordenada,
lectura torpe,
lectura ansiosa.

La piba desayuna poesía,
mate y Girondo, té con Bellessi,
café y Pessoa. La dieta diría:
galletas de Juarroz.

La piba lee mal, es desordenada,
es torpe, es ansiosa,
no sabe leer prosa.

La piba sueña con un asiento,
todo Giannuzzi en sus rodillas.
Esa señora se levanta
pero prima el sueño
del que esté cansado

-        ¿te sentás? – le preguntan
-        bajo en esta – contesta


Autobiografía del que aprende (Tachar lo que no corresponda)

Por Marcia Laura Corrao

Siempre me gustó cocinar dormir enseñar aprender porque soy curiosa pisciana, tolerante, argentina.
Creo anhelo espero aguanto que mi mamá me inculcó regaló pegó amó abrió el amor odio confianza por el conocimiento música lectura, por la lectura inglés francés, por el arte arquitectura y yo aprendo leo viajo estudio en cada momento.
Aprendo con cada persona, objeto animal libro película reloj gato perro cuadro.
Aprendo observo, maravillosamente cuidadosamente despiadadamente, aprendo rezo busco investigo.


martes, 14 de febrero de 2012

¿Qué es la lectura?

En nuestro tercer encuentro se presentó la profesora Gabriela Herrera con toda su buena energía y ganas de trabajar en el curso. Y no pudo llegar en mejor momento, porque por primera vez íbamos a trabajar con un texto teórico. El elegido para la ocasión fue nada menos que "El susurro del lenguaje" de Roland Barthes y como era de esperarse enseguida se abrió la polémica: ¿Qué es la lectura? ¿Por qué el autor afirma que no es posible elaborar una teoría de la lectura?
Algunos conceptos fueron surgiendo del intercambio y los fuimos anotando en el pizarrón: subjetividad, escritura, deseo, pertinencia, interpretación, selección (enfoque), resignificación, infinitud, canon, modalidad (lectura silenciosa, oral, colectiva, etc.), interdisciplinidad, potencialidad.
Luego (dada la riqueza del texto), nos sumergimos en debates donde se articulaban conceptos de diversas disciplinas como lingüística, semiología, teoría literaria, psicoanálisis, filosofía, entre otros.
Para finalizar un pequeño truquito: tras la primera lectura investigar tres o cuatro teorías o autores citados en la obra que desconozcamos y hacer una ficha con lo que hayamos entendido. Si tomamos este hábito, los textos teóricos nos resultarán más fáciles a medida que vayamos incorporando conceptos.

La siguiente actividad fue bastante más relajada y divertida. A partir del texto "Subraye las palabras adecuadas" de Luis García Britto se crearon diversos relatos. El curso no tardó en relacionar la actividad con textos trabajados anteriormente en clase, especialmente "El arte de empezar y el arte de acabar" de Italo Calvino.

Para nuestro próximo encuentro se propusieron las siguientes actividades:
1) Escribir un texto tomando como modelo el de Luis Garcia Britto que se llame "Tache lo que no corresponda"
2) Leer al maravilloso Paulo Freire en "La importancia del arte de leer" Pag. 21 del cuadernillo

Otras lecturas sugeridas en la clase:
"La gran ocasión: la escuela como sociedad de lectura" de Graciela Montes
"Felicidad Clandestina" de Clarice Lispector

sábado, 11 de febrero de 2012

Imágenes de la cursada















Antología Literaria

Por Leandro Diego

Veo a un tipo tirado atrás de mi cama. Pero es chiquito: está acostado, sujetado por finísimas sogas que, con el sol que se cuela entre las tablas de la persiana, parecen doradas. Me cuesta distinguirlo al principio; desde lejos parece más un insecto, un bicho, un escarabajo brillante, de ficción.
-         Lo condenaron a muerte por matar a una vieja. Parece que se arrepintió y confesó.- me dice sin mirarme otro tipo que, vestido de murciélago, se columpia en mi ventana.
Entonces, me apiado del hombrecito atado atrás de la cama; esperando la muerte, clavado en ese instante que es un preludio del final, en el que seguramente repite mentalmente una y otra vez la noche del crimen, intentando cambiar algo, algún pequeño detalle que haga que, al menos, en su cabeza, esa noche sea distinta, no pase lo que pasó. Para que no suceda, al menos una vez, lo que tenía que suceder. Como otro tipo que conocí, que se había obsesionado con volver a vivir una noche del carnaval del veintisiete para evitar un destino que hace más que cumplir. O como la devota madre que, para alargar la breve vida de su hijo profetizada por los oráculos, lo sumerge en un río mágico pero se olvida del talón. Como tantos otros que, aun conociendo la inutilidad de la empresa, se empeñan en revelarse ante voluntades superiores. No vale la pena mencionar más, es universal, es humano: todos los tipos, el tipo.
Tirado en la cama, viendo al condenado arrepentido, vuelvo a entender lo que entiendo todas las noches: que todo es en vano, que no hay escapatoria y que lo único puro ya se fue para siempre: la niñez. Y, antes de dormirme, como le pasó también a cierto muchacho que se rehusaba a crecer, me doy cuenta de que lo único que quiero, lo único bueno que se puede hacer, es ser el tipo que cuida a los niños que juegan entre el centeno.


Referencias:
·         Los viajes de Gulliver.
·         El escarabajo de oro.
·         Batman.
·         Crimen y Castigo.
·         Antes del fin.
·         El sueño de los héroes.
·         La Iliada (o los mitos griegos, en general: no recuerdo dónde se cuenta la historia de Tetis bañando a Aquiles en el río.
·         Todos los fuegos, el fuego.
·         El guardián entre el centeno.

Yo, lector

Por Leandro Diego

Sospecho que el hábito de la lectura empieza siempre, más o menos, de la misma manera: cierto placer, cierto aburrimiento del mundo, cierta necesidad de algo más. Al menos así empecé yo. Y, si bien aquellas primeras motivaciones persisten, ahora hay otras. Muchas otras. Porque en algún momento incierto, empecé a escribir. Y porque en otro momento más preciso (tres años atrás) decidí (o entendí) que la escritura sería la única actividad a la que le dedicaría, en forma constante, el resto de mi vida.
Y es de ese lector del que voy a hablar, porque ése es el lector que soy: el lector que escribe. Porque el acto de leer se convirtió en una herramienta de trabajo necesaria, inseparable de la escritura y, entonces, le fui perdiendo el respeto al libro, lo fui desacralizando.
Al principio con prolijidad y algo de culpa: subrayaba con regla y hacía mis anotaciones con lápiz. Para eso, necesitaba leer sentado, cómodo y, por eso, cuando no lo hacía en casa de mis padres, lo hacía en bares. Ahora leo en cualquier parte: colectivo, subte, plazas (donde más me gusta leer últimamente) y también bares, pero no los de antes, no los del centro: bares de noche, pubs, llenos de música y murmullos (que forman una especie de antisilencio que me permite, sorpresivamente, una mayor concentración). Y ya no hay prolijidad ni culpa para con el libro: lo subrayo, lo escribo, resalto párrafos (algunos, incluso, los transcribo para sentir, al menos, el acto físico de escribir alguna genialidad) y ejerzo cierta simbología que, con el tiempo, se hizo impenetrable para otro que no sea yo. Porque, como cuando estudiaba para el secundario, las marcas y subrayados me permiten recordar cosas con mayor facilidad: mi memoria es, ante todo, visual.
Leer es una de mis mayores obsesiones porque siempre creo estar leyendo poco. Para tener algo de que agarrarme cuando me corre el fantasma de la falta de lectura, hace tiempo, resolví fechar los libros según el mes y el año en que los leo y así llevar una estadística de las lecturas mensuales. No tiene sentido, pero lo hago. Por eso me siento, ante todo, un lector deudor. Luego, un lector de cuentos. Porque escribo cuentos. Y a eso me vengo dedicando aunque voy intercalando novelas y libros de historia o filosofía (en ese orden de importancia numérica).
Ya no sólo leo lo que me gusta: suelo obligarme a leer ciertos libros que tal vez, como lector, no leería pero que, como escritor, debo leer. Y, con el tiempo, sucede que, en realidad, todo me termina resultando, al menos, útil. Después de leer un libro, es probable que no me termine gustando; lo que no es tan probable es que no me haya servido para nada: algún recurso, la forma de titular, alguna escena memorable. Algo siempre hay. Cervantes decía que no hay libro tan malo que no tenga algo bueno y Wilde decía que  no hay libros malos; lo que hay son malos lectores. Antes, con todos mis prejuicios de adolescente y la arrogancia sentenciosa de periodista (me recibí en 2009), no creía en eso. Necesitaba estar en contra de algo.
Ahora, no. La literatura me volvió un lector (y un hombre) más libre.

¿Qué clase de lectores somos?

Por Marcia Laura Corrao

Me llamo Marcia Laura Corrao y estoy próxima a ingresar al Profesorado de Castellano y Literatura.
Desde muy chica, antes de aprender a leer y a escribir, tuve contacto con los libros. Mi mamá, para convencerme de ir al médico, me regalaba un libro de una determinada colección: libros pequeños, coloridos, con muchos dibujos, para leer, para colorear. Luego de esas visitas a los médicos, me sentaba en el patio y desparramaba todos esos libritos, los miraba, pintaba, hojeaba y me detenía en la contratapa que tenía la colección de los títulos. Mi mamá se sentaba conmigo, me los leía y yo la escuchaba y le señalaba con el dedo qué título me faltaba: ¡quería tener la colección completa!

Luego (aproximadamente cuando tenía 10 o 12 años) fue la época de la Colección “Robin Hood”: libros de tapa dura, amarilla, con lindas ilustraciones: ya los leía sola y los disfrutaba muchísimo: “Mujercitas”, “Ivanhoe”, “Robinson Crusoe”, “Jane Eyre”, “Robin Hood”, “Juvenilla”, “Corazón”.

En la escuela primaria no leí novelas o poemas de un autor, sino que existían lo que llamábamos “libros de lectura” (no sé si existen en la actualidad), que eran compendios de fragmentos de novelas o poesías con algunas actividades. Así conocí a los autores Conrado Nalé Roxlo, Baldomero Fernández Moreno, etc. En esa época también frecuentaba la Biblioteca “Miguel Cané”, de la que sacaba textos y los leía. Amaba las historias policiales.
En la escuela secundaria leí obras que me gustaron mucho como “Don Segundo Sombra”, “La Celestina”, “El lazarillo de Tormes”, “Don Quijote de la Mancha”, obras de teatro de Federico García Lorca, etc.


En mi juventud, buscando respuestas existenciales, y con momentos de gran angustia por amores contrariados, leí a autores de la talla de Cortázar, Marco Denevi, Shakespeare, Sábato, Bioy Casares, Sartre, Albert Camus, Ionesco, Ray Bradbury y a algunos filósofos como Nietzsche.
 En la actualidad me gustan autores ya conocidos, renombrados, no busco ni descubro nuevos escritores, voy a lo ya conocido, y prefiero la prosa al poema: Guy de Maupassant, Joyce, Cortázar, Clarice Lispector, Galeano, De Benedetti, Rulfo, Woolf, Vargas Llosa, Marco Denevi, Quiroga, Carpentier, Ray Bradbury.


Leo toda vez que puedo y leo caminando que es algo me agrada mucho.
Mis momentos preferidos de lectura son por la noche y por la mañana cuando tomo mis mates matinales.
Marco los libros y coloco signos de interrogación y exclamación y hago lo mismo que un compañero del curso: transcribo a mano algunos párrafos o frases.
Disfruto mucho la lectura de libros en vacaciones y el momento de elección de esos textos: “pienso en qué libros coloco en la valija”. Los elijo en castellano o en inglés (conforme mi nivel) y me gusta en general novelas. Un requisito indispensable que también define mi elección es que sea un libro liviano. Creo que es un criterio de elección no muy estricto, no es cierto? Pero es así, además de ser un libro interesante para mí, debe ser liviano, pues lo voy a llevar a todas partes (mientras viajo, en la playa, en el transporte etc. etc.).
 Celebro poder leer y hacerlo por placer, por estudio, por curiosidad, por alegría, por angustia, por aburrimiento, por leer.

Breve antología de la literatura universal
Horacio Oliveira y la Maga escuchaban música en París. Salieron a caminar y encontraron subido a un árbol a un gato con una gran cabeza que ¡les hablaba!
Siguieron caminando y en la calle había un señor que hablaba de un mundo donde la gente era eternamente feliz y de otro mundo donde había dispositivos de vigilancia para conocer todas las actividades de la población.
Y un pequeño príncipe, que vivía en un asteroide y luego fue a recorrer otros plantas, decía que: “Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante” y un gaucho que recitaba:
Al que es amigo, jamás
lo dejen en la estacada.
Pero no le pidan nada
ni lo aguarden todo de él.
Siempre el amigo más fiel
es una conducta honrada.

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En la primera frase los libros mencionados son “Rayuela” y “Alicia en el país de las maravillas”.
En la segunda frase los libros mencionados son “Un mundo feliz” y “1984”.
En la tercera frase los libros mencionados son “El principito” y “Martín Fierro”.