miércoles, 22 de febrero de 2012

Antología Literaria

Por Meli Cerino

Aquí me pongo a ladrar al compás de la consigna... será entonces señal que caminamos.

Allá lejos y hace tiempo,
una pena arrabalera,
en un túnel sin salida,
me condujo hacia una casa,
en la que espíritus había.

En el cuarto del camino de la vida,
mi afición por la lectura
comenzó como ficciones.

Como un juego de rayuela,
circulando entre las ruinas,
con el pasado que vuelve
a encontrarse con mi vida.

De amor y de sombras se trata,
que no es un arte menor.
De mujercita ya leía,
Celestina y Nicanor.

Entre Facundo y Manuel,
entre María e Ivon,
se ha mezclao el libro con el bandoneón.

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